DESPLEGADO
Quienes escribimos como responsables del presente: Pastores, Cuauhtémoc Martínez Aguilar, ministro ordenado de
Debemos aclarar que quienes aquí damos la cara, en ningún momento pretendemos acusar ni defender a nadie en particular, sino simple y sencillamente tratamos de hacer un análisis concienzudo bajo el más estricto sentido común, de los panfletos arriba mencionados. Desde luego, tratando de esclarecer lo que realmente es
El análisis que este ministerio enseguida presenta, se basa en la clara comprensión de la Palabra de Dios, y en el pleno conocimiento que nos dan las más de tres décadas de militancia, que llevamos como pastores en la I.C.I.P, A.R. Podemos decir que conocemos la estructura sobre la cual esta fundada nuestra institución, y también tenemos el honor de conocer a quienes son nuestros respetables funcionarios. Desde luego que tampoco pretendemos decir que la asociación I.C.I.P, A.R., sea perfecta, o perfectos los hermanos que la presiden; pero si podemos dejar bien asentado, que son hombres de Dios con principios bien definidos en el ministerio, y con la suficiente capacidad teológica y administrativa; por lo cual podemos asegurar que son dignos de confianza, de respeto y de reconocimiento. También se podría decir, que son hombres normales, con todas sus debilidades y fortalezas, pero nada que ver con las difamantes tildes que en los mal intencionados panfletos se les imputan.
Lo primero que se puede vislumbrar respecto a la problemática en cuestión, es que toda esa campaña de desprestigio sobre
Desde otra perspectiva podemos recalcar, que los panfletos a los que aquí se alude, no pueden proceder de algún ministro de Dios, porque todo ministro sabe que está puesto en
Tampoco es creíble que aquellos panfletos en cuestión, sean escritos por algún cristiano genuino, porque si así fuera, estamos ciertos y seguros de que esa persona por sencilla que fuera, por ninguna razón escribiría encubiertamente; sino antes bien con todo valor civil, cabalmente se identificaría; ya que el verdadero cristiano por ingenuo que parezca, esta enseñado a responder por sus actos, aunque en ello le valla la vida. Todo lo contrario se da en los panfletos cuya persona o personas de origen desconocido, suben aquellos escritos al Internet. Por tal razón, es obvio echar de ver, que cuando a un escrito le falta firma, o carece de alguien que responda por lo que ahí se dice, tal escrito por bueno que parezca, también carece de credibilidad o de seriedad; mucho mas cuando se trata de una campaña de descalificación y descrédito.
Además, otra de las cosas que también se convierte en una aberrante situación, es el hecho de que quien o quienes lanzan los panfletos al Internet, tienen la osadía de manipular a su antojo el escudo de
En otro orden de ideas, notamos que la terminología y las cuestiones que se manejan en los escritos de esa campaña de desprestigio, no se parecen en nada a los términos que pudieran ser usados por los verdaderos miembros de la congregación de santos, Ef. 4: 29, 30., y mucho menos corresponden a las expresiones de los hombres que merecidamente ostentan el honorífico titulo de ministros de Dios; llámense apóstoles, evangelistas, profetas, pastores o maestros de
Respecto al manipuleo de la firma de algunos de nuestros hermanos; estamos conscientes de que aparte de que dicha acción constituye una falta grave, con toda responsabilidad podemos asegurar, que ninguno de nosotros tiene que ver con la masonería; antes consideramos que es una falta de respeto de parte de quien o quienes lanzan los panfletos, el aludir a la supuesta relación entre ellos y nosotros; y sin tener, claro está, las bases suficientes para respaldar tal aseveración; en el fácil entendido, de que en el mundo hay millones de personas que en su firma utilizan puntos, sin que necesariamente pertenezcan a la masonería.
Por tales razones y por este medio, como Iglesia Cristiana Independiente Pentecostés, Asociación Religiosa., nos deslindamos totalmente de toda responsabilidad y de toda consecuencia que pudieran generar aquellos incógnitos escritos; y desde aquí con todo valor cristiano y con todo valor civil, nos pronunciamos en la firme convicción de que ninguno de nuestros ministros o de los miembros de nuestra Iglesia, tienen que ver con ninguna logia, con la aparición de aquellos míseros panfletos, o con su nocivo contenido. Antes, con toda satisfacción y con la total frente en alto, nos declaramos miembros en plena comunión, de la genuina Iglesia Cristiana Independiente Pentecostés, Asociación Religiosa. Iglesia conocida y reconocida a lo largo y ancho de nuestra patria, como uno de los movimientos más serios, por su doctrina, su sencillez y su firme trayectoria.
Es así como por nuestro conducto,
A T E N T A M E N T E
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